viernes, 31 de mayo de 2013

Animación hospitalaria desde Cruz Roja Española

La Animación Hospitalaria es uno de los varios proyectos que se llevan a cabo desde Cruz Roja Española. A través de los voluntarios se pretende mejorar la calidad de los menores que se encuentran ingresados en hospitales.
Este proyecto ha sido posible gracias a una serie de avances en la Defensa del menor, desde la Declaración de los Derechos del Niño (1959), en la que se introduce un apartado dedicado a la difusión de los derechos de los niños hospitalizados, pasando por la Carta Europea de los Niños Hospitalizados (1986), las Recomendaciones sobre la hospitalización infantil (Comisión Hospitalaria de la Comunidad Europea, 1987), las Jornadas Nacionales sobre los Derechos de los Niños en los Hospitales, hasta la Convención sobre los Derechos del Niño (1989, firmada por España en 1990).
Para comprender la realidad que viven estos menores debemos ser conscientes de la cantidad de repercusiones que supone el ingreso de los mismos en los hospitales, que pueden manifestarse de diversas formas: respuestas activas (lloros, gritos, resistencia a medicamentos), respuestas pasivas (disminución comunicación, excesivo tiempo de sueño), conductas agresivas, miedos, etc. Entre las causas desencadenantes de estas conductas se encuentran la separación de los padres del menor, la permanencia en un entorno no familiar y la edad de los niños. Asimismo, el entorno hospitalario también afecta a los niños y a los padres, generándoles un estado de gran ansiedad. La edad del niño y la etapa evolutiva en la que se encuentre determinan su forma de comportamiento cuando está ingresado.
El ingreso hospitalario de menores conlleva en muchas ocasiones una serie de desajustes que afectan a diversos ámbitos, social, familiar, emocional y educativo. Cuando el ingreso es prolongado suele llevar a la ruptura con su entorno social, con la familia extensa, etc; rompiendo de forma temporal con su ritmo de vida cotidiano.
Durante su estancia en el hospital los menores deben adaptarse a un medio extraño, pues se trata de un espacio diferente al que están acostumbrados, con largos espacios de tiempo vacíos y el sometimiento a pruebas y tratamientos médicos. Esto supone un período de riesgo psicosocial para el menor y su familia, pudiendo convertirse en un período de crisis para el proceso del desarrollo del menor.
La intervención de los voluntarios con los menores en los hospitales parte de la idea de que “En función del soporte que se les ofrezca y de la percepción de apoyo social que tengan ante estos acontecimientos, afrontarán de una mejor forma todas estas situaciones, evitando así que se vivencien de forma traumática”. De ahí la importancia de que las nuevas relaciones en el hospital se produzcan de la forma más espontánea y natural posible.
Por ello, para mejorar la estancia de estos niños en los hospitales se proponen una serie de actividades de carácter lúdico, de educación no formal, de tiempo libre, etc; a través de las que se dinamizará la estancia y se le mostrará apoyo emocional a estos niños para que puedan afrontar de mejor forma la situación por la que están pasando.
De esta forma, el voluntario de Cruz Roja actúa como agente mediador entre la comunidad y el entorno hospitalario, desarrollando una serie de servicios de animación y acompañamiento educativo a los menores, de soporte y apoyo a sus familias, que contribuyan a vivir sanamente el ingreso y la recuperación.

Este proyecto se encuadra dentro de las acciones de Prevención y Promoción de la Calidad de Vida Infantil del Programa de Infancia en Dificultades del Plan de Intervención Social de Cruz Roja Española. Mediante la Animación Hospitalaria, los voluntarios de Cruz Roja pretenden llevar a cabo un proceso global con la comunidad hospitalaria creando un ambiente positivo, que compense los desajustes afectivos y se potencien las relaciones personales a través del desarrollo de actividades gratificantes tanto grupales como individuales. Con ello se complementa la labor de los Centros Hospitalarios, intentando que el ingreso hospitalario y la enfermedad no supongan una ruptura en el proceso de desarrollo de los menores, y potenciando al máximo sus capacidades.

Todo ello nos lleva a reflexionar sobre la importancia de la hospitalización y las condiciones en las que debe llevarse a cabo para minimizar las reacciones negativas que produce en los niños y para que se vean afectados lo menos posible en su vida cotidiana.
Como voluntaria de Cruz Roja, considero que este proyecto es uno de los más importantes dentro de la organización, puesto que tiene un alcance realmente grande tanto a nivel estatal como a nivel provincial.
Por el contacto directo con voluntarios que colaboran en este proyecto, puedo afirmar que la actuación de los mismos resulta muy gratificante para los menores que se encuentran ingresados, que desarrollan lazos afectivos con los voluntarios, llegando a considerarles como unas de las personas más cercanas a su círculo. Sin embargo, una de las normativas que dirigen este proyecto postula que los voluntarios deben ir rotando en su actividad, evitando pasar mucho tiempo con el mismo niño, para precisamente, evitar que se creen esos lazos tan íntimos que puedan perjudicar tanto al menor como al voluntario si se diera la separación de uno del otro, debido a las complicaciones en la salud del primero y la disponibilidad para ejercer la labor voluntaria del segundo.
En mi opinión, estas medidas presentan una doble cara, ya que puede resultar más fácil para el voluntario el no establecer una relación íntima con el menor, reduciendo así el impacto que le pueda causar el fallecimiento del mismo, pero al mismo tiempo, es más difícil para el menor comenzar una nueva relación con cada voluntario, limitando así su red de apoyo.

Fuente de información: Guía de Animación Hospitalaria de Cruz Roja Española.


María Salamanca González

1 comentario:

  1. Hola. Soy monitora de tiempo libre y de cara al verano me gustaría formar parte de animación hospitalaria. qué debo hacer?

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